Entré a la clase y me senté en mi sitio a la espera de la
llegada del profesor. En el exterior seguía lloviendo. Las gotas de lluvia que
caían incesantes, producían una melodía adormecedora. Noté una mirada punzante
en la nuca, pero seguía inmersa en el sonido de las gotas de lluvia mientras
miraba por la ventana como se rompían al chocar contra el suelo.
Me sentía muy cansada, adormecida. Los ojos me pesaban. No
me sentía nada bien. La suave nana de las gotas de lluvia era suficiente como
para eclipsar el bullicio de la clase y para acentuar mis ganas de cerrar mis
ojos y caer dormida. Mientras luchaba contri mi misma por no sucumbir ante el
sueño. El profesor entró en la clase, pero no me percaté de ello hasta un buen
rato después. La clase fue transcurriendo con lentitud… Seguía sintiéndome rara
y después de un rato me ardía la cara. Y a no podía más, me encontraba mal.
Comencé a escuchar la voz del profesor cada vez más lejanas y después… nada.
Me costó abrir los
ojos. Estaba sumida en la oscuridad, pero entre la penumbra pude distinguir mi
cuarto. Estaba aturdida, pero me seguía sintiendo cansada. Me levanté de la cama y abrí las
cortinas. En la calle estaba lloviendo. Abrí la puerta y bajé las escaleras, mi
madre estaba sentada en el salón viendo la tele.
-
Hola…-Dije al bajar el ultimo escalón para hacer
notar mi presencia-.
-
Hola hija, ¿Cómo estás?- mi madre se levantó y
se dirigió a mi. Me puso suavemente la mano sobre la frente- parece que ya no
tienes fiebre.
-
¿Fiebre?...
¿Que ha pasado?- Me senté en el sofá y mi madre a mi lado.
-
Debiste coger frío ayer cuando saliste a buscar
a Jack. Estabas en clase y, al parecer, te desmayaste. Un compañero tuyo te
trajo enseguida a casa en coche. Cuando llegaste estabas ardiendo.
-
Dios, que vergüenza… - me quedé un momento en
silencio – Un momento… ¿ As… dicho un compañero?
-
Sí- mi
madre ladeó la cabeza y al percatarse de mi asombro prosiguió - No dijo su nombre, pero… era un chico muy
extraño, tenía los ojos grises. Te trajo en un coche enorme de color negro.
-
Pues no sé… no me suena haber visto a nadie
llegar en un choche negro. En fin.. ¿Qué hora es?- me levanté con cuidado del
sofá ya que todavía no estaba completamente bien. Busqué un reloj con la
mirada.
-
Son casi las dos. Enseguida prepararé la
comida-.
Mi madre se levantó del sofá y se fue e la cocina. Yo me quedé
en el salón tumbada sobre una montaña de cojines. Encendí la tele y de un
repaso de todos los canales. Después de algunos minutos haciendo “zapping” me
levanté y subí a mi habitación. Mientras subí hice un repaso mental para intentar recordar algún detalle de lo
ocurrido esa mañana. “ Después de haberme acompañado a la clase, Nathaniel,
entró antes de mi y Rían se dedicó a molestarme. Bien, tras eso me senté en mi
sitio y me quedé mirando por la ventana
hasta que el profesor de historia llegó a la clase…Detrás de eso no recuerdo
nada más, asique supongo que me desmayé justo en ese momento.”
Muy buena entrada,corta pero sugerente a la par que mística,rodeada con un halo de misterio que te deja con ganas de leer ya la próxima entrega.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho^^