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martes, 7 de agosto de 2012

Capitulo 3: La Clase de Arte y Miriam



Andando por el pasillo hacia mi siguiente clase no paraba de pensar en ese chico tan extraño. Su presencia en la clase me molestaba bastante, pero su actitud, a primera vista, me molestaba aún más. La verdad es que no esperaba una gran presentación por parte de mis nuevos compañeros pero, por una vez, me hubiera gustado ser ignorada (aunque bien se que no paso desapercibida).  No se que clase de persona sería, pero su mirada de ‘’seductor’’ y buena persona, no eran una buena mezcla. En el momento en que las tres chicas aparecieron  en su busca algo parecido a una arcada se revolvió en mi estomago. Dejando esto a parte me dí cuenta de que estaba deambulando por los pasillos sin rumbo.
-          Pero que estoy haciendo… - me dije para mis adentros-  A ver la siguiente clase es la de arte, con el señor Molina.
No me costó encontrarla, pues la puerta estaba abierta y unas grandes figuras de cartón piedra se dejaban ver en el interior de la clase. Llamé  la puerta y entré con cautela. Las paredes de la clase estaban repletas de trabajos de alumnos que podían recordar a la clase de un curso de primaria, algo muy poco habitual en un instituto. Las paredes estaban pintadas de un color amarillento del que despegué mi atención rápidamente al ver un exótico muñeco que yacía postrado ante la mesa del profesor. Me acerqué a él. Su indumentaria y las pinturas de su cara  estaban decoradas con motivos hawaianos, un detalle que me hizo bastante gracia. Cuando me disponía a tocarlo una voz me sorprendió por la espala.
-          Hola. Mmm… No te he visto nunca por el instituto. ¿En qué puedo ayudarte?
Rápidamente me di la vuelta y me alejé del muñeco.
-          Em… si. Soy Raven Collins y…- no pude terminar la frase.
-           Oh! Por supuesto. Que cabeza la mía. Bienvenida a mi clase Raven.
Cuando me dí cuenta los alumnos ya habían llegado y se habían sentado en algunas mesas. La clase estaba dividida en solo seis grupos de seis personas cada una. Los últimos rezagados terminaron de sentarse rápidamente y la puerta de la clase se cerró. Me quedé de pie, delante de todos, esperando a que el S. Molina, me diese el material de clase, mientras miraba al suelo nerviosamente.  Llegó tras arruinar el perfecto orden de unos de los armarios que estaban al fondo de la clase.
-          Bueno. Toma, es el libro de la materia, pero no hace falta que lo traigas ya que no lo necesitarás. Como puedes ver la clase esta dividida por grupos. Tu estarás…- hecho una mirada a todos los grupos. Pude sentir la tensión en el ambiente.-  …en el grupo 2, de acuerdo.
Asentí con la cabeza levemente, y con el libro en la mano me fui a mi sitio. Dentro del grupo había dos chicos y tres chicas. Una de ellas garabateaba en su cuaderno mientras las otras dos  se dedicaban a cuchichear ‘ Dios sabe de que tontería’ mientras que a su la do los dos chicos hablaban con el grupo de detrás. En cuanto me senté en la silla cada uno dejó lo que estaba haciendo y de quedaron mirándome. Puede percibir que estaban esperando a que yo dijera algo, pero aparte la idea de mi mente y miré hacia la pizarra. La chica de los garabatos fue la primera en reaccionar.
-          Hola, soy Miriam.- la miré por un momento . Me estaba mirando directamente a los ojos, no parecía prestar atención al resto de mi indumentaria. Eso me gustó.
-          Raven…
-          ¿Qué tal te vas integrando? El primer día no es fácil, y menos a mitad de semestre cuando eres la única que no conoce a nadie y eso…- su simpatía me sorprendió, y ví que a sus compañeros de mesa también. No parecía asustada de mi aspecto como todos los demás.-
-          Em, bien. De momento no he tenido ningún problema, quitando la vergüenza inicial claro.- sonreí y Miriam también. Ella miró a las otras dos chicas para obligarlas a hablar, pero ellas se reusaron a hacerlo.
-          Y bien. Ya conoces el instituto. Es bastante grande.
-          No, aún no. No he tenido mucho tiempo para inspeccionar por aquí.
-          Genial. Si quieres yo puedo hacerte un tour turístico por ‘Saint Century Highschool’- su tono de voz al decir el nombre del instituto, salió con demasiada sonoridad, por lo que toda la clase pudo oírlo. Las dos nos echamos a reír.
La clase de arte se pasó sin ningún incidente notable. Hablé durante toda la hora con la chica e los garabatos, Miriam, y no le hice ningún caso al S. Molina. Después y durante toda la maña restante, Miriam se dedicó a enseñarme el instituto. En las demás asignaturas íbamos a la misma clase. La verdad es que me alegró ese pequeño detalle. No sabía por qué pero el carácter alegre de esa chica me resultaba agradable, y me sentía cómoda con ella. Miriam había sido la persona con la que mejor pude estar en todo el día, y la única que miró por detrás de mi imagen y me habló sin miedo.
Mas o menos a las 3 de la tarde llegué a mi casa. Mi madre estaba ordenando la casa para que pudiera comenzar a ser habitable, por lo que ella y mi hermano, que llega una hora antes que yo, ya habían comido. Mi plato estaba encima de la mesa de la cocina. Mientras comía miré a mi alrededor observando con atención todos los lugares en los que mi madre había colocado cada cosa.
 Terminé de comer, y en la casa parecía no haber nadie, ya que mi madre había secuestrado a Max, y los dos habían ido a comprar algunos víveres y productos de limpieza. Ni me había dado cuenta de que se habían ido. Mi padre no había llegado aún por o que estaba sola en casa.

-          Mamá y su obsesión de limpieza. Pobre Maz…- mi voz resonó por la casa y un escalofrío me recorrió el cuerpo desde la nuca.- Será mejor que vaya a inspeccionar la zona.
Cogí mis llaves con el llavero de Jack Squeleton y mi chaqueta. Tras de mí cerré la puerta. Me quedé unos segundos delante de la puerta observando las casas de enfrente. No había nadie. Normal. ¿Quién va a haber a las cuatro y media de la tarde?. Comencé a andar en dirección al parque. Las calles eran anchas y las casas bastante alta. Durante mi paseo me fui fijando en cada detalle. Las farolas, las calles, los semáforos, las tiendas… Una de ellas me recordó algo. No había visto Jack en todo el día. Mi gato negro no se había mostrado ante mí desde ayer por la noche. Algo me hizo preocuparme. En mi paseo no llegué muy lejos. Tansolo estuve una hora fuera, pero regresé a casa a toda prisa.
Cuando llegué, mi padre ya estaba en casa. Estaba en el sofá viendo la tele mientras comía patatas.
-          Hola papá.- dije mientras pasaba corriendo a toda prisa por la puerta de salón.
-          Hola Raven. ¿Dónde te habías metido?-dijo girando la cabeza al verme pasar.-
-          Dando una vuelta por el barrio-grité desde la escalera.
-          Amm. Que bien. ¿Y el colegio?- volvió a preguntar.
Yo estaba en el piso de arriba buscando a Jack y contestando a mi padre a gritos a la vez.
Cuando mi padre dejó por fin de preguntar grité.
-          Papá. ¿ Has visto a Jack?
-          No. Creía que te lo habías llevado tu.
-          Que va… Yo no lo he visto desde ayer-respondí más preocupada.
-          Habrá salido a dar una vuelta por ahí.-dijo mi padre quitándole importancia.

Corrí escaleras abajo para buscar en el patio de atrás. No estaba. Busqué en los baños, la cocina, las habitaciones, el garaje, hasta en el ático. Pero ni rastro del felino. Des pues de merendar y la bien entradas las 7 de la tarde y al ver que el gato no volvía. Decidí salir a buscarlo.
Deambulé por las calle hasta que se hizo de noche, pero no lo encontraba. Intentaba tranquilizarme a mi misma convenciéndome de que solo era un gato, que salen y entran cuando quieren. Pero tenía esa sensación otra vez. La misma sensación que tuve el día en que lo encontré siendo atacado por unos imbéciles en un callejón. Algo me llevó hasta él. Estaba malherido.   Pero me estaba llamando. De alguna manera sabía dónde estaba y fui a ayudarlo. Suena estúpido , pero desde entonces ha estado con migo. Y ahora me estaba llamando otra vez. De la misma manera. Anduve por una calle que era paralela a la mía. Las dos calles pertenecían al mismo barrio. Era una de las calles por las que había paseado esa tarde. Le oí maullar. Lo busqué en la oscuridad de la calle solo iluminada por unas cuantas farolas. No se veía casi nada cuando una casa en especial me llamó la atención.
-          ¿Esta casa estaba aquí antes?


1 comentario:

  1. Gracias por tu comentario ^^ y tu blog esta re lindo, amo vampire knight ♥ ... Perdon por ausentarme en mundo blogger, pero ya estoy de regreso... Saludos♥

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